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El módulo de carga con refrigeración líquida es la nueva vía técnica para la carga de vehículos eléctricos.

 Para los operadores de estaciones de carga, existen dos problemas principales: la tasa de fallos de los puntos de carga y las quejas por molestias acústicas.

 La tasa de fallos en los puntos de recarga afecta directamente a la rentabilidad de la instalación. En el caso de un punto de recarga de 120 kW, una avería que se produzca durante un solo día supondrá una pérdida de casi 60 dólares en tarifas de servicio. Si las averías son frecuentes, la experiencia de recarga de los clientes se verá afectada, lo que supondrá un daño considerable para la marca del operador.

 

 Módulo de potencia para vehículos eléctricos de 30 kW

 

Actualmente, los puntos de carga más comunes en la industria utilizan módulos de disipación de calor refrigerados por aire. Estos emplean un ventilador de alta velocidad para expulsar el aire con fuerza. El aire se aspira por el panel frontal y se expulsa por la parte posterior del módulo, disipando así el calor del radiador y los componentes de calefacción. Sin embargo, este aire se mezcla con polvo, niebla salina y humedad, y se adhiere a la superficie de los componentes internos del módulo, mientras que los gases inflamables y explosivos entran en contacto con los componentes conductores. La acumulación interna de polvo provoca un aislamiento deficiente del sistema, una mala disipación del calor, una baja eficiencia de carga y reduce la vida útil del equipo. En épocas de lluvia o con mucha humedad, el polvo acumulado se enmohece al absorber agua, corroe los componentes y, si se produce un cortocircuito, provoca la avería del módulo.

Para reducir la tasa de fallos y solucionar los problemas de ruido de los sistemas de carga actuales, la mejor opción es utilizar módulos y sistemas de carga con refrigeración líquida. En respuesta a las dificultades que presenta la operación de carga, MIDA Power ha lanzado el módulo y la solución de carga con refrigeración líquida.

El núcleo del sistema de carga con refrigeración líquida es el módulo de carga con refrigeración líquida. Este sistema utiliza una bomba de agua para impulsar el refrigerante, que circula entre el interior del módulo y el radiador externo para disipar el calor. El módulo de carga y los dispositivos que generan calor dentro del sistema intercambian calor con el radiador a través del refrigerante, estando completamente aislados del entorno externo y sin contacto con polvo, humedad, salpicaduras de agua salada ni gases inflamables o explosivos. Por lo tanto, la fiabilidad del sistema de carga con refrigeración líquida es mucho mayor que la del sistema de carga tradicional con refrigeración por aire. Además, el módulo de carga con refrigeración líquida no tiene ventilador; el líquido refrigerante se impulsa mediante una bomba de agua para disipar el calor. El módulo en sí es silencioso, y el sistema utiliza un ventilador de gran volumen y baja frecuencia con un nivel de ruido mínimo. Como se puede observar, el sistema de carga con refrigeración líquida resuelve perfectamente los problemas de baja fiabilidad y alto nivel de ruido del sistema de carga tradicional.

Los módulos de carga con refrigeración líquida UR100040-LQ y UR100060-LQ presentados incorporan un diseño de división hidroeléctrica, lo que facilita el diseño y el mantenimiento del sistema. Los terminales de entrada y salida de agua cuentan con conectores rápidos, que permiten enchufar y desenchufar directamente sin fugas al sustituir el módulo.

El módulo de refrigeración líquida MIDA Power presenta las siguientes ventajas:

Alto nivel de protección

Las pilas de carga tradicionales con refrigeración por aire suelen tener un diseño IP54, y la tasa de fallos sigue siendo alta en escenarios de aplicación como obras de construcción polvorientas, zonas costeras con altas temperaturas, alta humedad y niebla salina, etc. El sistema de carga con refrigeración líquida puede alcanzar fácilmente un diseño IP65 para satisfacer diversas aplicaciones en entornos adversos.

Ruido bajo

El módulo de carga con refrigeración líquida puede lograr un funcionamiento silencioso, y el sistema de carga con refrigeración líquida puede adoptar diversas tecnologías de gestión térmica, como el intercambio de calor del refrigerante y el aire acondicionado con refrigeración por agua para disipar el calor, con una buena disipación del calor y un bajo nivel de ruido.

Gran disipación de calor

El módulo de refrigeración líquida disipa el calor de forma muy superior al módulo de refrigeración por aire tradicional, y la temperatura de sus componentes internos clave es aproximadamente 10 °C menor. La conversión de energía a baja temperatura se traduce en una mayor eficiencia y una mayor vida útil de los componentes electrónicos. Asimismo, la eficiente disipación del calor permite aumentar la densidad de potencia del módulo y, por lo tanto, su aplicación en módulos de carga de mayor potencia.

Mantenimiento sencillo

El sistema de carga tradicional con refrigeración por aire requiere la limpieza o sustitución periódica del filtro del radiador, así como la eliminación regular del polvo del ventilador del radiador y del ventilador del módulo. También requiere la sustitución del ventilador del módulo o la limpieza del polvo en su interior. Según las distintas aplicaciones, se requiere mantenimiento de 6 a 12 veces al año, con un coste laboral elevado. El sistema de carga con refrigeración líquida solo requiere la revisión periódica del refrigerante y la limpieza del radiador, lo que simplifica enormemente el mantenimiento.


Fecha de publicación: 10 de noviembre de 2023

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