banner de encabezado

Todo el ecosistema de recarga en Estados Unidos se enfrenta a retos y puntos débiles.

Todo el ecosistema de recarga en Estados Unidos se enfrenta a retos y puntos débiles.

En el segundo trimestre de este año, se vendieron casi 300.000 vehículos eléctricos nuevos en Estados Unidos, estableciendo otro récord trimestral y representando un aumento del 48,4% en comparación con el segundo trimestre de 2022.

Tesla lideró el mercado con más de 175.000 unidades vendidas, lo que representa un aumento del 34,8% con respecto al trimestre anterior. El crecimiento general de las ventas de Tesla se vio favorecido por importantes reducciones de precios en EE. UU. e incentivos que superaron significativamente la media del sector.

En junio, el precio medio de los vehículos eléctricos en el mercado estadounidense cayó casi un 20% interanual.

Los vehículos eléctricos representaron el 7,2% de la cuota de mercado estadounidense en el segundo trimestre, un aumento respecto al 5,7% del año anterior, pero por debajo del 7,3% revisado registrado en el primer trimestre. Tesla se posicionó como la marca de coches de lujo líder en el mercado estadounidense, aunque su cuota de ventas de vehículos eléctricos continuó disminuyendo.

En el segundo trimestre de este año, la cuota de mercado de Tesla cayó por debajo del 60% por primera vez, aunque su volumen de ventas aún superó con creces al de Chevrolet, que ocupó el segundo lugar (diez veces mayor). Ford y Hyundai se situaron en tercer y cuarto lugar respectivamente, solo por detrás de Chevrolet. La recién llegada Rivian vendió más de 20.000 unidades durante el trimestre.

El otrora dominante Model S ya no es el vehículo eléctrico premium más vendido. Sus ventas estimadas el último trimestre se situaron en 5.257 unidades, lo que representa una caída interanual de más del 40% y lo sitúa muy por detrás de las ventas del BMW i4 eléctrico en el segundo trimestre, que alcanzaron las 6.777 unidades.

A medida que la demanda mundial de vehículos eléctricos crece exponencialmente año tras año, el desarrollo de la infraestructura de recarga se ha convertido progresivamente en un requisito esencial.

Según la Agencia Internacional de la Energía, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos en el sector automovilístico mundial aumentó de aproximadamente el 4% en 2020 al 14% en 2022, y se prevé que alcance el 18% en 2023. Los directivos de la industria automovilística estadounidense prevén que los vehículos eléctricos representarán el 50% de las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos para 2030.

Actualmente, la atención se centra en abordar la preocupación de que una infraestructura de carga insuficiente exacerbe la ansiedad de los consumidores por la autonomía de sus dispositivos.

Según S&P Global Mobility, actualmente existen aproximadamente 140.000 estaciones de carga para vehículos eléctricos en Estados Unidos. S&P indica que, incluso incluyendo los cargadores domésticos, el número total de cargadores en EE. UU. deberá cuadruplicarse para 2025. La organización prevé que esta cifra se multiplicará por ocho para 2030.

Esto implica la instalación de 420.000 nuevos cargadores para 2025 y más de un millón para 2030.

Cargador de CC NACS de 150 kW

A medida que las ventas de vehículos eléctricos siguen creciendo, los concesionarios estadounidenses de vehículos eléctricos requieren cada vez más soluciones de carga. Los indicadores de mercado sugieren que Estados Unidos experimentará un despliegue rápido, a gran escala y sostenido de estaciones de carga en los próximos años. Este despliegue tiene como objetivo brindar la experiencia de conducción y carga cómoda, rápida y de alta calidad que esperan los clientes estadounidenses de vehículos eléctricos, logrando así la electrificación del país.

I. Oportunidades en el mercado inmobiliario. Las empresas de estaciones de carga buscan y aseguran con urgencia ubicaciones privilegiadas para el despliegue rápido de infraestructura de carga pública. Si bien la demanda en Estados Unidos es considerable, los proyectos inmobiliarios adecuados siguen siendo escasos.

II. Protección de los derechos de desarrollo. Las estaciones de carga presentan poca homogeneidad, ya que cada emplazamiento tiene características distintivas. Los trámites de permisos y las cuestiones relativas a las servidumbres de paso agravan aún más la incertidumbre en la implantación.

III. Requisitos de financiación Los canales de financiación son diversos y los estándares inconsistentes. El capital para la fabricación de cargadores incluye subvenciones gubernamentales, cada una con sus propios requisitos de información.

IV. Variaciones regionales. Los gobiernos estatales conservan la jurisdicción sobre las normas para estas nuevas aplicaciones y tecnologías (Autoridad Competente, ACC), mientras que la estandarización nacional continúa en curso. Esto significa que cada lugar tiene sus propias directrices para obtener permisos.

V. Infraestructura suficiente para la expansión de la red eléctrica. Se prevén aumentos significativos en las cargas de transmisión de electricidad para las redes nacionales. Algunas empresas de análisis de datos estadounidenses estiman que el país requerirá un aumento del 20 % al 50 % en la capacidad de generación de energía para satisfacer la demanda de carga de vehículos eléctricos.

VI. Capacidad de construcción suficiente. El número actual de contratistas de construcción calificados en los Estados Unidos es limitado, lo que lo hace fundamentalmente incapaz de cumplir con los objetivos de instalación para la cantidad especificada de puntos de carga dentro del plazo designado.

VII. Capacidad de suministro de componentes. Estados Unidos carece actualmente de un sistema de cadena de suministro suficientemente robusto para respaldar el crecimiento futuro del mercado de fabricación de puntos de recarga. Las interrupciones en el suministro de componentes podrían retrasar la construcción de proyectos. La complejidad de las estructuras de los cargadores para vehículos eléctricos es un factor clave. Clientes, contratistas, desarrolladores, compañías eléctricas y agencias gubernamentales desempeñan roles distintos en los proyectos de recarga. El aumento en las ventas de vehículos eléctricos ha puesto de manifiesto la brecha existente en la infraestructura de recarga en Estados Unidos, y los expertos consideran que este es un problema fundamental dentro de la industria automotriz estadounidense.

 

 


Fecha de publicación: 13 de septiembre de 2025

Deja tu mensaje:

Escribe tu mensaje aquí y envíanoslo.